Guatemala, mayo de 2023. Guatemala, por medio de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), participó en la reunión ordinaria del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la que se abordó el tema “Hacia un Plan Colaborativo Regional para el financiamiento climático en las Américas”.
La reunión, que se llevó a cabo de manera virtual, fue presidida por Gustavo Adrianzén, Representante Permanente del Perú, permitió a los Estados miembros examinar los desafíos y las oportunidades que tiene América Latina y el Caribe para incrementar los flujos de financiamiento climático.
SEGEPLAN resaltó que, desde la región y el multilateralismo, se puede seguir trabajando por aumentar el acceso al financiamiento para el clima, y para ello, el papel de la cooperación internacional es fundamental, así como otras fuentes: el Fondo Verde del Clima, Fondo Mundial de Medioambiente y el Fondo de Adaptación, entre otras.
Asimismo, hizo referencia a los compromisos internacionales asumidos para orientar la cooperación a la resiliencia del cambio climático, como la Alianza de Busan para la cooperación eficaz al desarrollo del 2011; la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), en Egipto, y el compromiso del 2009 de movilizar 100 mil millones de dólares anuales en financiación del cambio climático por parte de los países desarrollados, el cual no se ha cumplido.
SEGEPLAN destacó que “la inversión en la resiliencia y la reducción de riesgos aumenta el valor y la sostenibilidad de nuestros esfuerzos de desarrollo”. Guatemala, se indicó, ha hecho su tarea, implementando la metodología de cálculo de estimación de pérdidas y daños, en compañía de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Se enfatizó que urge, por tanto, establecer el comité de transición de 24 miembros para ultimar los mecanismos institucionales del fondo para el financiamiento por pérdidas y daños destinado a los países más vulnerables ante el flagelo del cambio climático, así como su estructura.
En el plano nacional, Guatemala dio a conocer que, como otros países, tiene una vulnerabilidad económica muy alta con relación al riesgo por amenazas naturales, y que los efectos del cambio climático impactan en los medios de vida de la población, principalmente en los pobres, debido a que carecen de medidas y recursos para prepararse y poder recuperarse de los desastres.
También informó que el país ha cuantificado los daños ocasionados por los fenómenos hidrometeorológicos, desde 1949, los cuales ascienden a 6,270.9 millones de dólares, lo que representa una pérdida del capital privado y del presupuesto del Estado en inversión, obligando a centrar los recursos económicos en la recuperación y reconstrucción de infraestructura.
Ante este escenario, el acceso y la movilización de financiamiento es fundamental para alcanzar las metas establecidas en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés). Para ello, se requiere desarrollar estrategias y hojas de ruta para el financiamiento climático, integrar las metas de la NDC en la planificación de los presupuestos nacionales, movilizar recursos y financiamiento para proyectos y programas de adaptación y mitigación, desarrollar proyectos bancables y asegurar la participación y el compromiso del sector privado.
“A pesar de nuestros esfuerzos, aún persisten brechas insostenibles en cuanto al apoyo técnico, financiero, en acción y soporte para la implementación de estrategias que permitan afrontar los impactos negativos del cambio climático”, señala Guatemala. Por ello, resaltó que es urgente el establecimiento de un mecanismo financiero para atender las pérdidas y daños derivados de este fenómeno en el país.
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